La lectura es un acto solitario, pero siempre nos conduce a ser partícipes de una realidad ajena, una realidad en la que nunca hemos estado, o nunca nos hemos imaginado estar, y nos lleva a la compasión o inclusive al mismo dolor por los personajes que aparecen en nuestras lecturas, pero además de la empatía, la lectura nos lleva a darnos cuenta de que no somos los únicos en el mundo, de que nuestra historia de vida puede tener puntos de encuentro con el otro; en ese sentido nos sentimos identificados con los personajes de los libros. Es la lectura la que nos lleva a amar y a amarnos y también a pelear, por qué no.
En los clubes de lectura, esa lectura solitaria no está desplazada, se puede afirmar que esa lectura solitaria se comparte con otros, compartes lo que piensas y sientes con otros y ellos te conducen a otros pensamientos. Las impresiones iniciales de la lectura sufren una transformación, se enriquecen los pensamientos. Esto es una gran ventaja frente a los libros que tienen cierto grado de dificultad, existe una motivación diferente cuando compartes la lectura y quizá, esos libros que en solitario no se atreven a leer. Hay una motivación cuando hay un club de lectura.
Bajo las circunstancias en las que estamos actualmente, y el panorama que se presenta frente a nosotros, la FILBo encuentra importante hacer un intercambio literario virtual y crear clubes de lectura. Nuestro modo de vida, que de repente ha sido modificado drásticamente, necesita espacios de confianza, lugares comunes, como los clubes de lectura, donde hay una afinidad por eso que nos gusta y apasiona: leer, y así, buscamos esos espacios de tranquilidad donde sea la literatura la gran protagonista, donde sea la literatura quien nos lleve de la mano.
CONOCE LOS CLUBES DE LECTURA DE #LaFILBoEnCasa