19/7/2021
Por: Lapislázuli Periódico
En medio de las expresiones de arte, solidaridad e indignación que aparecieron en redes sociales en apoyo al Paro Nacional tras el estallido social que inició el pasado 28 de abril en Colombia, tuvimos ocasión de conocer la propuesta de La Rola pole dancera, seudónimo que emplea Melissa para realizar su activismo cultural.
La historia de Melissa empieza un miércoles del mes de diciembre del año de 1996 cuando llega al mundo llorando en el barrio Veraguas en Bogotá, pero por circunstancias de la vida, ella y sus padres se han movilizado social, política y culturalmente de forma constante. Quizá por ello, no es de extrañar que, al momento de realizar esta entrevista, Melissa se encontrara viviendo en Alemania, aunque su corazón sigue atado al acontecer de Colombia, su país natal.
Melissa llega al mundo cogida de la mano de su hermana gemela, mientras le esperaba en casa su hermana mayor. Ella es la hija del medio, de cuatro hijas: “Todas mujeres ¡por fortuna!”, nos comenta, mientras nos disponemos a adentrarnos en el mundo que está atravesado por la construcción desde el otro, la resistencia, el feminismo, lo político y la expresión estética de La Rola pole dancera.
FUNLAZULI: Nos contabas que ahora estás viviendo en Alemania, ¿Cómo ves la situación actual por la que pasa nuestro país desde la distancia?
Melissa: Creo que, al ser colombiana, nunca podré mirar la situación de nuestro país desde la barrera, porque, aunque no resida en el país, no olvido lo que viví; no olvido de dónde vengo. En carne propia viví el desplazamiento forzado por culpa de un gobierno corrupto que mantiene acomodadas a las élites gobernantes mientras el pueblo se hunde en la pauperización sistémica. Cuando tenía 10 años abandoné mi país, mi vida, al lado de mi familia, para evitar una tragedia… unos años después volví a Colombia. Después de mucho trabajo y horas enteras pude volver a pisar un colegio, logré terminar el bachillerato bajo miles de adversidades; mis papás lograron sacarnos adelante a mis hermanas y a mí. Por ésta y mil razones más, lucho y lucharé siempre por un país más justo.
FUNLAZULI: Entonces ¿qué perspectiva te ha brindado el haber vivido la situación del país, y ahora ver esta realidad desde la distancia?
Melissa: Al vivir en Alemania aprendí que la sociedad en Colombia está podrida. La estratificación en Colombia es algo que no me explico; para mí es completamente absurdo. Aquí en Baviera, vivimos bajo un Estado garante, por eso nuestros niños reciben educación pública y de calidad desde el jardín o escuela; la presencia estatal es tan fuerte que no hay ningún pueblo que no cuente con colegios y centros culturales. Aquí pagan a los jóvenes por aprender una profesión; el mismo sistema te permite un estudio dual que brinda la oportunidad de aprender y trabajar en lo que estás estudiando. Nos dan las mismas oportunidades a todos y por esto mismo podemos asegurar la educación. Creo firmemente que un pueblo educado es la base de una sociedad bien estructurada.
FUNLAZULI: Nos gustaría empezar por saber tu nombre. ¿Quién es “La Rola pole dancera”?
Melissa: Diría que “La Rola pole dancera” nació prematuramente en el marco del Paro Nacional que empezó en mayo del 2021. Cuando inició el Paro Nacional en Colombia, yo utilicé mis antiguas redes sociales para recaudar fondos para las Primeras Líneas y por otro lado, para traducir material audiovisual al idioma Alemán y al Inglés. Siento que es mi obligación como colombiana en el extranjero, contar lo que sucede en Colombia a todo el mundo. Hablé con muchos medios de comunicación aquí en Alemania, en otros países de Europa y en Estados Unidos. Por estos motivos, personas cercanas a mi recibían amenazas, así que tuve miedo y cerré mis antiguas redes sociales. Unas semanas después nació “La Rola pole dancera” en Twitter, como un pseudónimo.
FUNLAZULI: Para muchas personas el baile en barra es algo distante y desconocido. ¿Qué podrías contarnos de tu experiencia y por qué consideras que es un arte?
Melissa: El arte femenino es una resistencia constante en una sociedad construida sobre las bases del machismo y la misoginia. Muchas personas me discriminan a diario, afirmando que soy una mujer fácil que le gusta exhibirse. La cosificación de las mujeres es tan estructural, que incluso nuestro arte termina siendo un motivo para discriminarnos y marginarnos. Al principio me daba mucha vergüenza subir mi contenido de Pole Dance a mis redes sociales, sin embargo, la experiencia del arte me ha permitido reivindicarme como mujer y como atleta de alto rendimiento, porque eso somos las bailarinas de Pole Dance.
Este bello deporte requiere de flexibilidad, coordinación, fuerza, resistencia, ritmo, y sobre todo, disciplina. Todos los cuerpos son diferentes por eso cada uno tiene cierta debilidad o fortaleza y por esto, lo bello del Pole Dance es que tiene tantas variaciones que cada artista, cada atleta tiene su propio estilo o su propio sello -de acuerdo a sus capacidades-. Empero, cuando digo debilidad en realidad me refiero a un reto, porque como atleta de Pole, tomamos nuestras debilidades y trabajamos tanto en ellas hasta que se convierten en una fortaleza.
FUNLAZULI: En relación al Pole Dance ¿Cómo crees que este baile artístico puede ayudarnos a dialogar como sociedad?
Melissa: Estoy completamente segura que el arte es un artefacto político que mueve el mundo con su función sensibilizadora. El arte no tiene idioma ni fronteras. La experiencia sensorial que nos brinda el arte en todas sus expresiones funciona como una ventana al alma. El arte toca las fibras más profundas, por eso creo que el lenguaje de mi cuerpo sonará más fuerte que mil palabras. Muchas veces las palabras hacen oídos sordos, muchas personas no están dispuestas a escuchar, siempre quieren argumentar o pelear en contra. El arte tiene la capacidad de enternecer, de dialogar y de construir con el otro.
FUNLAZULI: Nos interesó mucho tu propuesta “La resistencia” ¿Sientes que desde el baile se puede explorar una memoria histórica del conflicto de nuestro país a través del Pole Dance? (más en concreto, del conflicto armado en Colombia).
Melissa: Para pensar en la memoria histórica del conflicto, primero tenemos que entender el territorio político colombiano desde la heterogeneidad; desde la presencia diferenciada del Estado, es decir, cada escenario de conflicto debe analizarse desde su propio entramado socio-histórico, puesto que cada territorio responde a unas especificidades en tanto: actores, disputas territoriales, tenencia de la tierra, etc. Mientras, por ejemplo, en Bogotá como centro administrativo, tenemos problemas asociados a la migración interna desde la ruralidad, manifestados en la invasión urbana y el ensanchamiento de los -mal llamados- cordones de miseria, en el campo -la Colombia rural- observamos problemáticas asociadas a la destrucción del tejido social de las comunidades. El abandono estatal en Colombia deja unos márgenes de acción para unas violencias específicas. Ahora, su pregunta va a: ¿dónde está mi resistencia? ¿El Pole es resistencia? Debo decir: la resistencia es algo inherente a los colombianos que hemos sido atravesados en todas las medidas y escenarios del conflicto, que somos fruto de una sociedad violenta y desigual; una sociedad diferenciada; una sociedad convulsionada. El Pole me conecta con Colombia; el Pole y sus escenarios me han permitido crear comunidad desde mi posición en el extranjero. El arte en todas sus expresiones es un artefacto político y desde mi experiencia en el Pole Dance, me ha permitido conjugar mi posición política en el extranjero, y mi necesidad de fortalecer los vínculos con mi país natal.
FUNLAZULI: El eslogan de Lapislázuli Periódico es: “Cuando lo sueñes, se hará realidad” En estos momentos de tu vida ¿con qué sueñas?
Melissa: Mi sueño es llevar mis conocimientos a los lugares marginados de Colombia Quiero enseñarles sobre electricidad y sistemas, todo lo que aprendí en mi profesión, para crear oportunidades reales que faciliten el estudio, puesto que estoy segura de que la era de la digitalización nos abrirá nuevos caminos y oportunidades a todos esos lugares “olvidados” en Colombia. Soy realista y sé que me falta mucho por estudiar para lograr ese sueño, pero como pole dancer aprendí que TODO sueño es posible si se trabaja constantemente.
FUNLAZULI: Para finalizar, ¿te gustaría enviar un mensaje a nuestros lectores de Lapislázuli Periódico?
Melissa: Bueno, creo que mi invitación es a creer y crear en comunidad. Creo que la potencia de la unión hace posible un eco mucho más fuerte. Estar en otros países y ser personas multiculturales y cosmopolitas genera una responsabilidad social e histórica: el eco en varios idiomas nos permite comunicar la situación del país para encontrar herramientas que permitan garantizar los derechos humanos, no solo de los manifestantes sino de los colombianos en general. Finalmente quiero compartirles a los lectores de Lapislázuli Periódico este poema de Manuela Calle:
No nos va a alcanzar la tierra
para enterrar a tanto muerto.
Nos van a faltar manos
para cargar tantos féretros.
No habrá río
ni monte
ni cueva
ni potrero
que pueda
esconder ya tantos cuerpos.
No vamos a tener lágrimas
para poder llorar
tanto silencio.