Con una cartilla basada tanto en diálogos y cantos como en la cultura de la comunidad bora del Amazonas, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia busca rescatar su lengua, que lleva el mismo nombre, la cual está en peligro de extinción, pues solo quedan alrededor de 300 hablantes.
Se trata de un proyecto de extensión desarrollado con apoyo de tres hablantes de la lengua pɨɨnemúna (bora), entre ellos Rosa Amelia Meicuaco, una tejedora que ganó el año pasado la Medalla al Mérito Artesanal; Jorge Rufino Kuguao, hablante mayor del clan Zogui-Zogui, y el joven cantor Raly Chicaco Meicuaco.
Según explicó el profesor Juan Álvaro Echeverri, antropólogo y líder de la propuesta, la cartilla de pɨɨnemúna (bora) se basa en diálogos con traducción al castellano y explicación de las palabras cotidianas de esta comunidad del Amazonas, conformada por unos 2.000 indígenas asentados en las cuencas de los ríos Igara-Paraná (resguardo Predio Putumayo) y Ampiyacu (Perú), a donde llegaron a finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, desplazados por la explotación del caucho.
La cartilla se enfoca en la experiencia de un joven bora que está en la ciudad y vuelve a su territorio para aprender sobre la cultura de su comunidad, el sentido de la maloca, de los cantos y de los rituales. Después regresa a la ciudad para contarles a sus compañeros lo que aprendió.
En la publicación, de la cual se han imprimido algunos ejemplares, se estudian las estructuras gramaticales de la lengua bora y cómo se forman las frases, sobre la base de la oralidad. El profesor Echeverri explica que “esta lengua se caracteriza por ser tonal, es decir que la altura del tono tiene un significado especial, lo que la puede hacer difícil de entender; además tiene dos vocales que no existen en español y la gramática y semántica también son distintas a las de las lenguas europeas”.
Aprendizaje y cultura
El método diseñado empieza hablando en bora con los mayores de esta comunidad indígena, por ejemplo sobre las sustancias rituales (cahuana, ambil y mambe), para que todo transcurra en buenos términos, por medio de la “buena palabra”, no solo en relación con el aprendizaje de la lengua sino también con las relaciones y connotaciones simbólicas de esta con el mundo espiritual. También se exalta la cultura mediante diálogos basados en la vida cotidiana de las familias bora y se van incluyendo elementos para entender la estructura gramatical de la lengua.
Como coordinador pedagógico de la publicación participó Benhur Teteye Botyay, indígena de madre murui y padre bora, nacido en Coemaní (Caquetá), y como asesores lingüísticos y pedagógicos el profesor Abel Antonio Santos Angarita, indígena tikuna, lingüista, magíster en Estudios Amazónicos y estudiante del Doctorado en Estudios Amazónicos de la UNAL Sede Amazonia, y Freddy Alexander Ramos, magíster en Estudios Amazónicos.
Con base en el contenido pedagógico de la cartilla, el profesor Echeverri anuncia que “se tiene pensado un curso –presencial y telepresencial– para la etnia bora, varios de cuyos integrantes no la dominan; algunos la entienden pero no la hablan, o son hablantes pero no la escriben”.
El curso también se extendería a otras etnias y a personas no indígenas interesadas, como un estudiante norteamericano que recientemente contactó a la Universidad porque quiere aprender una lengua indígena.
“La enseñanza, matizada con diálogos y cantos ancestrales, es otra manera de acercarse a la lengua y a la cultura bora”, destaca el docente Echeverri y agrega que “el primer nivel del curso está proyectado para cuatro meses y tenemos suficiente material para un segundo nivel”.
Al igual que con el bora, la UNAL ha buscado rescatar otras lenguas nativas –como la nasa y la wayúu–, apoyando iniciativas para su recuperación y permanencia.
En este momento se espera obtener financiación para imprimir unos 500 ejemplares de la cartilla y distribuirlos entre los indígenas y demás personas interesadas en aprender y conservar esta lengua.