Publicado: 06/02/2018
Reseña "La cenicienta que no quería comer perdices" por Valentina Sanabria Scarpetta
Si bien es un cuento corto basado en uno por siempre conocido, su peculiar y atrayente título nos llama a querer leerlo. Con solo ver la portada se aprecia un aire independiente, que insta al interesado a pensar de qué tratará y al lector a encontrar la fortaleza espiritual que a todos nos hace falta. Por solo nombrar a la Cenicienta, es normal que se piense que es un libro para niñas, pero eso es porque la sociedad ha estipulado los gustos que deben tener ambos géneros. No, amigos, es un cuento para todos y no solo es un cuento que cuenta cuentos, pues en sus páginas ilustradas por Myriam Cameros Sierra, hay un poderoso mensaje que les llega a las personas de una manera humorística: la fortaleza propia y la confianza en uno mismo. Cierto es que esta Cenicienta busca encontrar a su príncipe azul, como todos ¿quién no desea que alguien se enamore de uno solo porque una linda zapatilla de cristal le quedó como anillo al dedo? Pero el príncipe que ha encontrado no es el que necesita ni merece, porque se ha convertido en un sapo. Esta princesa que no tiene nada de damisela, se da cuenta que cometió un error al creer que necesitaba de un príncipe para ser feliz, y por esa revelación le da cuerda suelta a su llanto, porque llorar puede que no resuelva nada pero sí limpia y libera el alma. Comprendió que su hada madrina era ella misma y tras escucharla atentamente, se decide por soltar los problemas e ir tras las cosas que la harían encontrar su felicidad. Qué bonito es leer un cuento que te hace recordar lo que debes tener siempre presente en tu cabeza. Si, que queremos encontrar amigos verdaderos y a una persona que te quiera sinceramente por los defectos que te complementan. Pero a fin de cuentas las únicas personas que necesitamos en nuestras vidas son aquellas que nos demuestren que nos necesitan en la suya. Nada de príncipes sapudos, o princesas ranas, que solo quieren manipularnos y controlarnos, nada de amigos falsos con sonrisas hipócritas. La verdad es que la única persona de la que debes depender es de ti misma, y así tal vez puedas cambiar el mundo.
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Libro
LA CENICIENTA QUE NO QUERIA COMER PERDICES
NUNILA LOPEZ SALAMERO; MYRIAM CAMEROS SIERRA , 2009
Autor
Valentina Sanabria Scarpetta
(Colombia)
Soy escritora y he publicado mi primera novela con la editorial Caligrama, sello de la Penguin Random House. He encontrado que mi vocación es la escritura.