Cuento
Titulo Una aventura con momias
María José Montañez León Autor
leondealasdoradas@hotmail.com
Un día Marta y su hermano Jorge se preguntaron: ¿qué es una momia? Como no encontraron la respuesta, después de haberla buscado en libros, le preguntaron a papá y a mamá. Pero ninguno de ellos sabía la respuesta. Entonces, preguntaron a sus conocidos pero tampoco obtuvieron resultado. Pensaron y pensaron en cómo encontrar la respuesta a esta pregunta que les inquietaba tanto, hasta que decidieron ir al Museo Natural Ciencia y Cultura
En la exposición de momias le preguntaron al señor Luís, el vigilante:
-Señor Luís ¿Qué es una momia? - el señor Luís contestó:
- Una momia es el cuerpo de un ser humano o un animal al que deciden hacer una serie de tratamientos. Ellos contestaron:
– Ahh ¿y… para qué lo hacen?
Y el señor Luís, que parecía saber mucho sobre el tema de las momias, contestó:
– Esta es una muy buena pregunta. Lo hacen para rendir un culto a cada cuerpo, por ejemplo: los egipcios momifican los cadáveres de sus familiares o faraones, para sus ritos o costumbres funerarias; la mayoría de veces, por razones religiosas. Se puede decir que ya está mas que resuelta su duda ¿no es verdad?
-Claro que sí señor Luís. Gracias.
Una semana después regresan Marta y su hermano Jorge al museo. Era el último día de la exposición y se preguntan: ¿Cómo se momifica a un ser humano? Pobres chicos, les dice una dama amargada, no pierdan su tiempo preguntando bobadas, pues el único que sabe momificar es el dueño de la exposición y él no pierde el tiempo hablando con niñitos como ustedes.
Al saber esto van donde Luis y le preguntan:
- Señor Luis ¿Usted sabe donde está el dueño de la exposición? - él contesta:
- Sí, ¿ven esa momia? ¿La más fea de todas? Y ellos contestan: Sí.
- Luís dice: pues al lado de ella está el dueño.
Al escuchar esto, ellos pensaron que el dueño de la exposición era una momia y asustados comenzaron a correr por el lugar derribando momias y más. Toda la gente comenzó a hablar y, todos decían, que niños tan malcriados, no saben de modales; esto hizo que el señor Luís los sacara del museo y les negara la entrada durante 6 meses hasta pagar el daño hecho.
Mientras los sacaba del museo les explicó que el dueño de la exposición no era una momia, solamente estaba ubicado al lado de una.
Sin embargo ellos no se quedarían con la duda, así que esperaron a que el dueño de la exposición saliera y de inmediato fueron a preguntarle: Señor, usted sabe
-¿como se momifica? -
Después de suplicarle una y otra y otra vez, finalmente lo convencen. El señor dice:
-Este proceso es muy largo y consta de 6 fases: en la primera fase remueven los órganos internos mediante un corte en el costado del cuerpo. El corazón, conocido como el centro de inteligencia y fuerza de vida, es dejado en su lugar; mientras que el cerebro es removido y desechado por medio de la nariz. ¿Algo asqueroso verdad? Bueno, continúo: los órganos restantes son guardados dentro de los vasos canópios, luego el cuerpo es cubierto con natrón seco (una especie de sal) y es dejado para deshidratar durante 40 días. Posteriormente, el cadáver es cubierto con lino embebido en resina, natrón y aromáticas, bloqueando también las cavidades nasales. Finalmente, se cubre con resina y se venda, a la vez que los sacerdotes colocan amuletos entre capa y capa del vendaje. Todo el proceso acompañado por hechizos y oraciones toma cerca de 70 días. Espero haya podido contestar su pregunta -dijo.
Los niños agradecieron al ilustre señor su ayuda respecto al tema, y contentos, regresaron a casa. Contaron a sus padres paso a paso todo lo que vivieron en el Museo Natural Ciencia y Cultura.
Antes de dormir Marta le dijo a Jorge:
- Te confieso: las momias me asustan, y lo que ellos hacían, eso de momificar y enterrar a los muertos con sus cosas es algo que no me atrevería a hacer. ¿Tú harías eso, Jorge?
- ¡Claro que no!, contesta Jorge. Es algo que me asusta. No me agrada mucho eso de sacar el cerebro por la nariz. Lo considero repugnante y asqueroso.
Y esta historia termina con un Hasta mañana Jorge, dice Marta.
-Hasta mañana Marta, contesta Jorge.