Artista del Mes Octubre 2011

Orlando Becerra es un hombre de teatro que está vinculado a las artes escénicas (en particular el teatro) desde el año 1969, aunque desde joven, en sus años de juventud cuando cursaba el bachillerato ya se subía a los escenarios como declamador. Una pasión que inicia a la edad de los trece o catorce años, y hasta los 18 va ser la época más prolífica en que la experimentación, y el reconocer su pasión, le permitirán darse cuenta de su vocación.

Pensando sobre cuáles fueron esas primeras inquietudes que fijaron esta vocación que se encuentra ligado a las palabras, a las tablas y la expresión, aparece la influencia de su padre quien era un gran amante de los libros y de todas las expresiones artísticas. Pero también, como él lo reconoce, las primeras experiencias de infancia con sus hermanos, en donde los juegos infantiles tomaron un papel relevante.  Nos dice:

“Recuerdo que sacábamos las sabanas de la casa y las amarrábamos haciendo una carpa, tal vez imitando un circo, y allí  cantábamos y payaseábamos, y hacíamos mil cosas. Esas primeras manifestaciones hacían el escenario”.

Con la posibilidad de presentarse en recitales desde muy joven, Orlando encuentra en los escenarios la posibilidad de trasmitir con talento. Una intención comunicativa que le permite no solo el reconocerse, sino el construir desde el arte. Siendo así, los recitales le ofrecen la posibilidad de giras que organizaba de pueblo en pueblo, y ciudades intermedias en época de vacaciones, llegando así a conocer lugares como Cúcuta, Tunja, Duitama, Sogamoso, entre otros.
De esa manera, los recitales le dieron la posibilidad no solo de conocer otras regiones, sino de ir dando a conocer su trabajo, lo que le tendió la oportunidad de presentarse en el instituto cultural  Colombo-Soviético donde realizó un par recitales.
Esta puerta que se abría permitió que lo invitaran a participar con algunos de los poemas que declamaba, en un homenaje que se le haría a una persona que había llegado de Praga de estudiar dirección teatral. Esa persona era Jaime Santos, que traía la idea de crear el TPB (Teatro Popular de Bogotá), idea que había sido gestada en Praga junto con Rosario Montaña y Jorge Alí Triana.

De esta forma inició sus estudios formales en el teatro, con su vinculación en la academia del TPB;  luego se vinculó a la Escuela Nacional de Arte Dramático ENAD y posteriormente estuvo haciendo teatro universitario, teatro experimental. En el año 1973 se vinculó con el teatro Libre de Bogotá, en sus inicios, con quienes participó durante diez años. Luego formó su grupo, y desde el año de 1997 dirige el Centro de Artes Escénicas Candilejas, conformado por algunas personas que trabajaron en el Teatro libre, en la ENAD  y en la Academia Superior de Artes de Bogotá ASAB.
En el recorrido de aproximación a las artes escénicas (teatro amateur, teatro estudiantil, teatro universitario, teatro profesional, trabajo en radio, cine y televisión) quizá por su misma personalidad, de explorar y acercarse a lo desconocido, o por los gajes del oficio, explora casi todos los lenguajes del espectáculo, lo que le permitió reconocer la escenografía, vestuario, actuación, utilería, dirección.
En su paso por la televisión, la posibilidad de reconocer esas otras expresiones disímiles al teatro (manejo de los tiempos, los lenguajes, los propósitos, la efectividad, y la eficiencia) le permitió afirmar lo que sería su relación con las tablas; pues el arte, a diferencia de la televisión, le permitía expresar su propia voz.  Dice: “en el teatro uno puede decir lo que uno quiere decir”

Su obra "Ya soy Rosca" estrenada en septiembre de 1979, es pionera en el género de los unipersonales que hoy abundan y de los que se hacen encuentros y muestras en todo el país. De igual manera en su obra "El Seco" su personaje central, es hijo del desplazamiento y que se forjó en las calles de las grandes ciudades a donde fue llevado de niño, huyendo de la violencia partidista.

 

Lapislázuli: ¿Para ti que es el arte?

 

R// O.B. El arte es una expresión humana que involucra lo estético, recreando la realidad o creando mundos ficcionales de una forma original y única; que se dirije a los sentidos de los espectadores para emocionarlos y provocarles quizá una reflexión.
Para que las manifestaciones escénicas tengan una categoría de arte es necesario que vayan a unas capas más profundas del sentimiento y del pensamiento, y ya sucintan reflexiones. No necesariamente cosas que la gente tenga que tomar alka seltzer  para digerirlas, sino cosas dichas de manera muy sencilla, muy divertida, pero que susciten una reflexión. Y también, el asunto del que estén tratando, sea de una problemática social, o personales, sociedades en conflicto. A nivel estético, también son más elaboradas, y buscan la categoría del arte en sentido que sean propuestas nuevas, lenguajes poéticos sin que esto implique que sea en verso, ritma o métrica tal como lo proponen las poéticas. La categoría del arte es una visión diferente, es mostrar el otro lado de la moneda, buscar la cara oculta de la luna.

Lapislázuli: ¿Consideras entonces que el arte es marginal en ese sentido?
R// O.B.  El arte tiene algo de marginal, porque el arte es incómodo para las sociedades constituidas. Para el Status Quo. El arte que no se congracia con lo establecido, no entra en un apoyo y tiene un tinte de marginalidad. El arte siempre incomoda a quienes detectan el poder.
De los paradigmas e iconos universales resalta a Chaplin por ese lenguaje tan universal que emplea de la pantomima, tan explícito, tan eficaz (la economía de medios) y la gran eficacia, pues sin una palabra comunica todo y a todos los públicos.

Su pasión en la dramaturgia se ha reforzado en los últimos años, al montar las obras que produce. Las obras que erijan candilejas, surgen en el mismo seno de Candilejas. Otra de sus preocupaciones ha sido el teatro infantil con actores. A partir del 2007 viene trabajando, aglutinando el sector, creando la asociación AINCO en escena, que reúne a varios colectivos que dedican su labor a la infancia. Luego de realizar dos festivales distritales, lograron tener reconocimiento desde el 2009 por parte del Instituto Distrital de las Artes de Bogotá IDARTES.

 

CANDILEJAS es una asociación que surgió con el ánimo de contribuir a las artes escénicas en Colombia. A través de la escritura y montaje de obras de teatro, la organización de talleres, la organización de festivales y el estudio permantente de la dramaturgia.
En los años 2004- 2005 fue invitado a trabajar con un compañero ex teatro libre, Camilo de la Espriella; participaron en un montaje donde, además de mostrar los títeres en el teatrino, salieran los actores delante del teatrino. "A partir de allí reconocí las grandes posibilidades, y de la riqueza de los títeres. Y también que tenía un gran vacío en mi formación como actor y comencé a investigar y a estudiar la técnica de las marionetas. Con un títere, uno puede hacer lo que uno como actor no puede. Un títere puede hacer cualquier cosa que se le ocurra"
A través de su carrera de más de treinta años ha estado en los orígenes del TPB, del Teatro Libre de Bogotá, Creó el CENTRO DE ARTES ESCéNICAS CANDILEJAS, en la organización del sector teatro infantil, y ha aportado algunas obras a la dramaturgia infantil del país. Con el sueño de desarrollar el trabajo infantil y elevar el nivel de la calidad de los grupos en el Distrito Capital viene trabajando la gestión cultural. A nivel personal, Orlando seguirá escribiendo obras de teatro infantil que desea llevar a escena, aparte de publicar las que ha escrito.

 

Reconocimientos Viajar en casi todos los teatros del país de las ciudades grandes e intermedias. Internacionalmente a conocer culturas (Venezuela, Ecuador, España, China) Galardonado dos veces con el premio AP (Asociación de Periodistas del Espectáculo) como actor en  la obra  “La agonía del difunto” de Esteban Navajas. Mención especial de Colcultura al cortometraje,  con el guión “Ya soy rosca” (1979) Montaje de la comedia “La Mandrágora”, de Maquiavelo. Premio Localidades Culturalmente Activas (2007)